El proceso de comprar un departamento conlleva un estrés que no sólo se debe a la cantidad de procesos administrativos en el medio, sino también a los riesgos en la operación.
Para una adquisición segura, muchos optan por comprar propiedades en edificios en construcción, de la mano de empresas de prestigio, con las que los percances disminuyen.
A su vez, ir pagando la propiedad beneficia en el precio, los primeros compradores, los compradores tempranos que invierten, reciben un precio preferencial, confiar, aportar al emprendimiento constructivo tiene privilegios.
La compraventa es una buena forma de invertir a futuro, siempre que se tenga cuidado en la elección de la inmobiliaria desarrolladora.
Por ello hay varias opciones en la preventa. Una es comprar desde el plano, aportar desde el procesos inicial, lo cual hará que su capital sea el que atrae a los otros, por lo tanto obtendrá el mejor precio, pero también es la de mayor riesgo, pues a veces, aunque hay seriedad y confianza, los vaivenes de la economía conjuran un proyecto constructivo, no quizás en la realización, sino en el proyecto en planos precisamente.
Los materiales que en el momento del diseño tienen un costo, pueden perderse por otro, como es común en el actual momento de coyuntura, donde materiales importados son de difícil acceso.
En esta situación, la empresa misma, no es lo único que se debe tener en cuenta a la hora de elegir una inversión de este tipo.
La otra posibilidad sería adquirir una propiedad en un edificio que está empezado. Las condiciones del costo, en esta situación es otra, pero el riesgo es menor.
Otra realidad entre ambas situaciones, es que mientras en un edificio ya comenzado se conocen muchos aspectos de calidad del edificio, en uno en planos ese aspecto es desconocido.
En el sentido de la calidad, hay grandes cambios, aunque el espacio de la vivienda ha disminuido respecto de años anteriores, la calidad, por lo general, ha mejorado, la tecnología y la ciencia, procura materiales nuevos, sólidos, livianos y de menor costo, en esto también influye la situación global de proteger el medio ambiente, fuentes de energía.
Las tendencias arquitectónicas no arriesgan la seguridad en la construcción, una desarrolladora seria no sacrifica seguridad por el precio, en ese sentido, la historia de la empresa sirve de aval.
Si de algo se puede estar prevenido con las construcciones nuevas, no es precisamente de la calidad, ni de la seguridad. Los edificios nuevos, cuentan con buenos materiales desarrollados a la medida de aspectos de la actualidad, como la tecnología, que promueve el uso de energía en una cantidad que no hace ni 30 años era desconocida.
Fundamentalmente y lo más importante en ambos casos es recurrir a la asesoría de una empresa que lo oriente en el proceso.